Existen muchas definiciones de “Lean” como corriente o pensamiento, esta palabra que traducido literalmente significa “esbelto, delgado, magro”, una definición que me pareció muy sencilla es la que proponen los autores del libro “Esto es Lean / This is Lean”, quienes proponen:
Lean es una estrategia de eficiencia de flujo, con dos principios clave: Justo a Tiempo (Just in Time o JIT), y Gestión visual (Visual Management).
En el artículo de hoy conversaremos sobre este genial libro, “Esto es Lean / This is Lean”, escrito por Niklas Modig & Pär Ahlstrom.
¡Arrancamos!
No es una clase de historia, pero un poco de contexto: “Toyota es el padre del movimiento Lean”
Todo inicia con el Sistema de Producción de Toyota, el cual le llevó a ser la empresa número uno en fabricación de coches a nivel mundial. Toyota, partiendo de una época de crisis y escases de recursos después de la Segunda guerra mundial, la necesidad los llevó a enfocar su organización en el usuario, en cubrir sus necesidades de manera rápida y a un precio competitivo. La clave de su éxito: Lograrlo a través de la eliminación de desperdicios en su flujo valor, produciendo vehículos solo cuando hubiera demanda del cliente, creando un sistema de producción bajo demanda.
¿Qué tipo de desperdicios eliminaron de su proceso?, los tiempos de espera, el retrabajo por problemas de calidad, el exceso de inventario, los movimientos innecesarios, el sobre procesamiento, etcétera.
Así nació lo que se conoce como Sistema de Producción Toyota (TPS por sus siglas en inglés, Toyota Production System), que ha sido “la referencia” para diversas industrias.
En 1988 John Krafcik escribió el artículo “Triunfo de Lean Production System” (puedes descargar el artículo original aquí), donde trata sobre los sistemas de fabricación “robustos”, contra lo que hacía Toyota y su producción bajo demanda, definiendo el proceso de Toyota como “magro o esbelto”, es decir, “lean”. En este año se acuña el término “lean” y el Sistema de Producción de Toyota es traído a occidente.
Denominación de Origen
En mi caso, soy de Guadalajara, Jalisco, en México. La tierra del Tequila. El Tequila es la bebida que se extrae de un tipo de agave específico sembrado en esta región de México, es su “denominación de origen”. Cualquier otra bebida extraída de agave, aunque sea el mismo tipo de agave, pero fuera de la región específica de México, no es Tequila, simplemente es Mezcal. Es el nombre genérico. Lo mismo sucede para diferenciar entre un Whisky y un Scoth (denominación de origen de Escocia), entre un Puro y un Habano (denominación de origen de Cuba).
fuente de imagen: entrecopasdeagave.com.
Esta analogía me hace sentido cuando hablamos del Toyota Production System o TPS (denominación de origen) y Lean (denominación genérica).
Lean no es lo mismo que el TPS, digamos que se basa en él. Ambos buscan reducir los despilfarros o desperdicios, optimizar los procesos, maximizar la eficiencia de flujo (entre muchas otras cosas), pero como tal, son en realidad hablamos de dos movimientos ahora independientes.
El contexto
El libro inicia con una historia de dos mujeres, nos lleva con todo detalle para explicarnos sin tecnicismos la diferencia entre la eficiencia de flujo contra la eficiencia de recursos.
En la primera historia, una mujer vive “en carne propia” la eficiencia de utilización de recursos en un sistema de salud. En este enfoque, el objetivo es maximizar la utilización de los recursos como equipo especializado para realizar estudios clínicos, así como la máxima utilización de personas (personal que opera los equipos, enfermeras, médicos, etcétera), es decir, que “estén la mayor parte del tiempo ocupados”.
Primero, aquí abro paréntesis:
Si vamos a hablar de flujo de valor, primeramente, considero importante definir qué es esto:
Un flujo de trabajo o (flujo de valor), son todos los pasos relevantes de un proceso que una organización necesita para producir un producto o servicio.
Cierro paréntesis, continuamos con el tema.
Perspectiva de Eficiencia de Recursos
En este ejemplo, la paciente hace una cita al médico, la cita se la programan para dos días después, cuando llega el día acude al médico, quien considera que es necesario hacerle un estudio especializado, para lo cual solo hay disponibilidad de citas un par de semanas después. Cuando finalmente se ha realizado el estudio, debe de ir ahora a visitar al médico especialista, después otra cita más, y para cuando finalmente el médico le da el diagnóstico, han pasado en total 42 días.
¿Está bien esto o está mal?, nada de eso, todo lo contrario
En este caso se mide la eficiencia de utilización de los recursos y personas, así, por ejemplo, se busca que el primer médico que visitó la paciente siempre esté “ocupado”, atendiendo un paciente tras otro sin que el médico pare (se considera muy costoso que tenga tiempo “ocioso”), mejor que sean los pacientes quienes esperan. Lo mismo con el equipo médico con el cual le realizan el estudio, igual consideración que con el médico especialista. Cuando nos centramos en la eficiencia de recursos, estos están siempre ocupados, con filas de materia prima o piezas en una línea de manufactura, en espera de ser procesadas (en este ejemplo, fila de personas esperando días para ser atendidas).
En la eficiencia de recursos medimos la tasa de utilización de los recursos, buscando estar lo más cerca posible del 100% (claro que esto es muuuuuy ideal).
Ejemplo Eficiencia de Recursos:
Recurso: Escáner para estudios clínicos
Tiempo de utilización: 6 horas
Tiempo disponible (en un día): 24 horas.
Eficiencia del recurso: Tiempo de utilización / Tiempo disponible = 6 horas / 24 horas = 25%
Ok, pero en si la clínica no opera las 24 horas del día, digamos que solo 8 horas al día, tenemos:
Tiempo disponible (en un turno): 8 horas.
Eficiencia del recurso: Tiempo de utilización / Tiempo disponible = 6 horas / 8 horas = 75%
Perspectiva de Eficiencia de Flujo
Desde la perspectiva de la eficiencia de flujo, la unidad (materia prima, piezas en una línea de manufactura, o las personas en este ejemplo), sea procesada lo más eficientemente posible.
Volviendo al ejemplo del sistema de salud y la atención médica, el objetivo aquí es que la paciente sea atendida lo más pronto posible, desde que inicia el proceso (cuando hace cita para la primera revisión médica) hasta que termina este flujo de valor (cuando recibe el diagnóstico), Mientras más pronto sea atendida la persona (o procesada la pieza en la línea de manufactura), mucho mejor.
La clave en este cambio de enfoque es que, los tiempos de espera se consideran un despilfarro o desperdicio, ya que no aportan valor al paciente, es decir, son tiempo en los que no se está atendiendo directamente su necesidad o resolviendo su problema, solo está esperando a que los recursos y personas tengan capacidad disponible para atenderlo. Por lo tanto, buscamos eliminar (o minimizar lo más posible) estos tiempos de espera.
Los autores nos comparten ahora una segunda historia de una mujer, que, bajo similares condiciones en su estado de salud, asiste a otra clínica. La diferencia es que en esta clínica se cuenta con todo lo necesario para brindar el diagnóstico en el momento: Médicos, Equipo especializado, personal para operar el equipo, enfermeras, asistentes, médicos especialistas. En esta segunda historia, la paciente recibe su diagnóstico en solo 120 minutos.
Aquí una nota, el tiempo total que la paciente duró en la clínica fueron 120 minutos, claro que también hay tiempos de espera, por ejemplo, esperar a que el equipo clínico procese el estudio para dar un resultado, el tiempo de interpretación, etcétera. Solo que los tiempos son mucho menores.
Teniendo lo anterior en cuenta, la paciente pasó 80 minutos en atención “activa”, los restantes 40 minutos fueron tiempos de espera como los mencionados anteriormente.
En este caso, la eficiencia de flujo se mide desde la perspectiva de la paciente, el tiempo total que pasa en la clínica. Así que, para tratar de reducir este tiempo al máximo, se dispone de médicos “ociosos” (tienen capacidad disponible para atender a un paciente en cuanto llegue), lo cual permite una mejor experiencia para el usuario.
Ejemplo Eficiencia de Flujo Paciente #2:
Tiempo activo de atención de la paciente: 80 minutos
Tiempo total hasta que la paciente recibió el diagnóstico: 120 minutos.
Eficiencia de flujo: Tiempo de atención / Tiempo total = 80 minutos / 120 minutos = 66.67%
Pero aquí estamos comparando peras con manzanas, en el primer ejemplo se midió el porcentaje de utilización de un recurso, en este ejemplo estamos midiendo el tiempo de atención de la paciente. Para poder tener una comparativa adecuada, debemos medir lo mismo en ambos casos. Así que, desde la perspectiva de la paciente en el caso de la Eficiencia de Recursos, los 42 días que transcurrieron para que la paciente recibiera su diagnóstico (1,008 horas), tendríamos algo como esto:
Ejemplo Eficiencia de Flujo Paciente #1:
Tiempo activo de atención de la paciente: 2 horas
Tiempo total hasta que la paciente recibió el diagnóstico: 1,008 horas
Eficiencia de flujo: Tiempo de atención / Tiempo total = 2 horas / 1,008 horas = 0.2%
Aquí podemos ver el impacto de ambas aproximaciones: 0.2% contra 66.67%
Claramente en el ejemplo #2 la eficiencia de flujo es mucho mayor, por lo cual la experiencia de la paciente es muchísimo mejor, pero consecuentemente es un servicio más costoso (se tienen personas y recursos con tiempo “ocioso” para garantizar tener capacidad disponible cuando se requiera).
¿Es esto también un despilfarro o desperdicio el no tener a las personas ocupadas al 100%?
Como todo en la vida, depende.
Imaginemos un escenario donde en una base de bomberos, los bomberos están al máximo de utilización de tal manera que, cuando surge un incendio, el tiempo de espera para que puedan atenderlo fuera de 60 minutos. ¿Sería viable?
fuente de imagen: tv.buap.mx.
Entonces, no es que la eficiencia de flujo sea buena ni que la eficiencia de recursos sea mala. Como vemos, depende del contexto.
La eficiencia de flujo no consiste en hacer más rápido nuestro producto o servicio, no depende solo de incrementar la velocidad en la entregamos valor, se trata de medir la “densidad de valor”, esto es, eliminar las actividades que no aportan valor, como es el caso de los tiempos de espera.
Ok, mucho rollo, pero ¿Qué es Lean?
Lo autores comienzan, antes de explicar Lean, explicando lo que no es Lean.
El concepto de Lean es que ha sido definido de muchas maneras (o mejor dicho, a diferentes niveles de abstracción), de ahí que exista un poco de confusión. El primer problema es que Lean se define a diferentes niveles de abstracción.
Por un lado, hay autores que definen Lean como una filosofía, una mentalidad o mindset, y hay quien lo lleva a niveles abstracción más bajos como prácticas puntuales.
Esto nos lleva a confundir el “cómo” con el “por qué”.
Debemos de empezar y centrarnos en el propósito, sin acotarnos en el “cómo”. Es por esto que, muchas organizaciones se centran en copiar prácticas de Toyota y esperan obtener los mismos resultados, pero lo Toyota generó esas prácticas partiendo del objetivo que tenían, las prácticas dependen, además de todo, de su contexto particular.
Esto es Lean
Entonces, ¿Qué rayos es Lean?
Primeramente, Lean no define prácticas específicas, permite que las prácticas nazcan dentro del contexto de cada organización, en la búsqueda de la eficiencia de flujo y la mejora continua. Definir prácticas específicas es acotar el alcance de Lean.
Lean es una estrategia de eficiencia de flujo, con dos principios clave:
1. Justo a Tiempo (Just in Time o JIT), alinear todo su el flujo de valor a partir de entregas justo a tiempo a todos los niveles, desde materia prima, partes ensambladas de su proceso, hasta el inventario final, evitando generar cantidades industriales de inventario, que es una manera de desperdicio.
2. Gestión visual (Visual Management), utilizar herramientas visuales como tableros, tarjetas indicadoras, código de colores, alarmas visuales, etcétera, que permitan mantener la visibilidad del proceso, y tomar decisiones.
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Por último, el concepto más importante sobre la eficiencia de flujo es el concepto de retroalimentación o feedback, que es una piedra angular de la mejora continua.
Conclusiones
“Esto es Lean” es un libro imprescindible no solo para cualquier emprendedor o practicante Agile y Lean, sino para cualquier profesional donde exista un flujo de trabajo, y como no conozco ningún tipo de empresa o industria donde no exista flujo de valor, entonces es un libro recomendable para todos (siempre y cuando sea de su interés la mejora continua).
Como hemos visto, lean no es solo un conjunto de prácticas, va más allá de eso, tiene un enfoque en la eficiencia de flujo y la mejora continua y para que sea sostenible, buscamos es enraizar o anclar esto en nuestra cultura organizacional (lo cual hizo muy bien Toyota, por ejemplo).
Este libro me ha ayudado a entender a mucho mayor profundidad en es el movimiento Lean. Un concepto que está “de moda”, y se lo podemos ver por todos lados:
• Lean Manufacturing
• Lean Management
• Lean Portfolio Management
• Lean Change (Management)
• Lean Coffee
• Lean Construction
• Lean IT
• Lean Company
• Lean Marketing
• Lean Education
• Lean Startup (por cierto, si te interesa este tema, aquí puedes leer un artículo que escribí precisamente sobre Lean Startup).
• Y una larga lista de etcéteras y etcéteras.
Para terminar, este artículo (aunque extenso), ha sido solo un “chapuzón” en el mundo de Lean, si te ha interesado el tema y deseas bucear a profundidad en el tema para aplicarlo con tus equipos y en tu organización, este libro es una recomendación absoluta nivel Master Jedi.
Referencia
“Esto es Lean / This is Lean”. Niklas Modig & Pär Ahlstrom.
Leonel Zapien López
Apasionado del Agilismo y del Pensamiento Lean: Agile-Lean Coach, Consultor, Facilitador & Speaker.