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A 23 años del nacimiento del Manifiesto Ágil

16 de febrero de 2024

A 23 años del nacimiento del Manifiesto Ágil

Hoy, aprovechando la fecha, vamos a platicar un poco sobre lo que se conoce como el “Manifiesto Ágil”, que es la piedra angular con la cual surge oficialmente el movimiento agile (traducido al español como agilidad o agilismo), que nació un 12 de febrero de 2001 (al momento de escribir este artículo, hace 23 años).

Su nombre completo es “Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software”, el cual propone 4 valores y 12 principios que destilan en una manera de pensar o mindset, para abordar un enfoque ligero y adaptativo, un enfoque que nos ayude a responder al cambio, el cual es la esencia de la agilidad o agilismo.

No te preocupes, no va a ser una charla de historia aburrida (espero), sobre el Manifiesto, pero sí conversaremos algunos puntos relevantes. ¡Comencemos por el principio!

Contexto Histórico

A finales de la década de 1980, estaba en una etapa de crecimiento la industria del software, pero había puntos de dolor en común que personas alrededor de todo el punto sufrían: Problemas con los tiempos de entrega, con la respuesta y expectativa del cliente o usuario final cuando finalmente (después de varios meses o años inclusive), por fin veía su producto anhelado… y la brecha entre lo que él o ella esperaban contra lo que se había construido. Todo esto tenía una causa raíz: Tratar de planear y diseñar de manera anticipada absolutamente todo al detalle, pero todo-todo, lo que el cliente o usuario necesitaría, para después construirlo y que, hasta el final, este cliente o usuario, viera su producto funcionando.

Esta es la forma en que se trabaja en la industria por aquel entonces… (lo bueno es que esa manera de trabajar ya ha quedado atrás, ¿verdad?).

Bajo esta premisa, diversos especialistas del área de software se reunieron como respuesta a los métodos tradicionales y formales con los que se trabajaba entonces en la industria. Fue un ¡basta ya! a las prácticas tradicionales, un llamado a la acción.

Cada uno estaba experimentando con sus equipos

Había un grupo de profesionales en el Desarrollo de Software, cada uno había estado experimentando durante algunos años con maneras alternativas y bastante radicales de trabajar (radicales para la época), de crear productos, y habían estado obteniendo resultados súper reveladores en distintos contextos.

Por un lado, había figuras que habían creado marcos de trabajo como Scrum, Extreme Programming (XP), Crystal, entre otros. Pero eran esfuerzos en mayor medida aislados, cada quien trabajaba en su isla, y la idea era que entre todos estos Rockstars del Desarrollo de Software, cocrearan algo superior y que unificara estas formas nuevas de trabajar.

Todos acuden al llamado

Kent Beck, creador del mencionado Extreme Programming (XP), fue quien convocó a una reunión, y dado que en aquella época no había Zoom ni Teams, se programó una reunión presencial. El lugar: Snowbird, Utah. El propósito: Tratar sobre técnicas y procesos para desarrollar software.

Así lucía Snowbird en aquella ocasión:

Atendieron el llamado un total de 17 expertos nivel Master Jedi, hicieron un retiro en Snowbird durante un par de días, y el lunes 12 de febrero de 2001, se acuñó el término Agile para definir a los métodos y marcos que estaban surgiendo como alternativa a las metodologías tradicionales de desarrollo, a las que consideraban excesivamente “pesadas” y rígidas por su carácter normativo y altísimo grado de dependencia de planificaciones detalladas previas al desarrollo.

Lo que se buscaba con estas nuevas maneras de trabajar agrupadas bajo el término Agile era proporcionar en poco tiempo piezas pequeñas de sistemas de software en funcionamiento, para mostrarlas directamente al cliente en periodos cortos de tiempo, obtener retroalimentación rápida, y con esto ayudar a mejorar la satisfacción del cliente. Estos marcos utilizan enfoques flexibles pues aceptan los cambios que puedan surgir en las diferentes etapas del ciclo de vida, en lugar de resistirse a ellos.

Nota #01:

El término Agile lo podrás encontrar en español traducido como Agilidad o Agilismo (Agilismo es un término con el cual concuerdo más, pero es relativamente muy reciente. ¿Por qué Agilismo y no Agilidad?, ya estoy preparando un artículo para conversar sobre esto, próximamente conversaremos).

Nota #02:

Por cierto, de manera inicial, a estas nuevas maneras de trabajar les llamaban “Marcos ligeros”, y el nombre Agile no fue la primera opción sobre la mesa, pero las otras opciones estaban ya en uso y había temas de derecho de autor.
De esta reunión, los 17 asistentes resumieron los principios sobre los que se basan los métodos alternativos en los que estaban trabajando, y la esencia de esto quedó definida en 4 valores y 12 principios: Lo que ha quedado denominado como Manifiesto Ágil.

4 Valores y 12 Principios

Si bien este movimiento inició en el área de Desarrollo de Software, hoy en día es ampliamente utilizado en diversas industrias por millones de personas y equipos en todo el mundo.

Los valores que promulga este manifiesto son:

  1. Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas.
  2. Software funcionando sobre documentación extensiva.
  3. Colaboración con el cliente sobre negociación contractual.
  4. Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan.

Los 17 autores del manifiesto aclaran que, "aunque reconocen la importancia de los elementos de la derecha, valoran más los de la izquierda". Esto es fundamental, ya que la Agilidad o Agilismo no dice, por ejemplo, que no se documente nada en absoluto (es por llevarse al extremo que Agile se considera algo “hippie” o “muy informal”), más bien se valoran más los elementos de la derecha. En este sentido, me gusta preguntar a los equipos: “Si nos centramos en el valor y la colaboración, ¿Qué es lo mínimo que necesitamos documentar?”.

Estos cuatro valores se asientan en 12 principios:

  1. Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de 'software' con valor.

  2. Aceptamos que los requisitos cambien, incluso en etapas tardías del desarrollo. Los procesos ágiles aprovechan el cambio para proporcionar ventaja competitiva al cliente.

  3. Entregamos 'software' funcional frecuentemente, entre dos semanas y dos meses, preferentemente en el periodo de tiempo más corto posible.

  4. Los responsables de negocio y los desarrolladores trabajamos juntos de forma cotidiana durante todo el proyecto.

  5. Los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que necesitan, y confiarles la ejecución del trabajo.

  6. El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de desarrollo, y entre los miembros del equipo, es la conversación cara a cara.

  7. El 'software' funcionando es la medida principal de progreso.

  8. Los procesos ágiles promueven el desarrollo sostenible. Los promotores, desarrolladores y usuarios debemos ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida.

  9. La atención continua a la excelencia técnica y al buen diseño mejora la agilidad.

  10. La simplicidad, o el arte de maximizar la cantidad de trabajo no realizado, es esencial.

  11. Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos autoorganizados.

  12. A intervalos regulares el equipo reflexiona sobre cómo ser más efectivo para a continuación ajustar y perfeccionar su comportamiento en consecuencia.

¿Y la evolución del Manifiesto Ágil?

El Manifiesto se firmó hace 23 años y en su momento fue “la onda” (como decimos acá en México). Sin embargo, los métodos y marcos de trabajo que alineaba han evolucionado con el tiempo, lo cual está bien y es natural: Por ejemplo, siempre digo que el Scrum de 1995 (cuando fue presentado públicamente al mundo), no es el mismo que el Scrum de hoy, y la prueba está en que la Guía Scrum, el documento que sienta las bases de este marco de trabajo, se ha actualizado varias veces.

Lo interesante es que el Manifiesto Ágil nunca se ha actualizado en todo este tiempo.

Muy personalmente considero que el Manifiesto debería actualizarse, por ejemplo, cambiar el “Software funcionado” por algo más genérico como “Producto o entregable funcional” (para quitar el foco de que solo se puede utilizar para desarrollar software). Pero no solo eso, sino ir un paso más allá, cambiándolo a: “Producto o entregable funcional y valioso”, ya que, el entregar un producto funcionando es una prioridad para obtener retroalimentación rápida del cliente y/o usuario final… pero el objetivo final no es solo que este producto funcione, sino que aporte valor a este cliente o usuario final en cuestión, que resuelva su necesidad, que le haga la vida más fácil. Y todavía un paso más allá es que estos productos o servicios generan un resultado que produzca un impacto en la vida de las personas. Esto debería ser el enfoque que conduzca el crear un producto o servicio, orientado totalmente en el cliente o usuario.

…Y si vamos todavía un paso más adelante, en vez de productos que hagan la vida más fácil para las personas, busquemos crear productos que enamoren!
(Lo sé, soy un romántico incorregible, de esos chapados a la antigua 😊)

Conclusiones

Si bien el concepto de Agile o Agilidad o Agilismo no es del todo nuevo, pues sus principios han sido ampliamente utilizados desde hace varias décadas, no es sino hasta febrero de 2001 cuando oficialmente nace la agilidad con el Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software.

El Manifiesto es un documento histórico que cumple 23 años. Y el mundo de la Agilidad o Agilismo, como su esencia lo define, también ha ido evolucionando. Los diversos marcos de trabajo, métodos y/o herramientas que lo conforman no son los mismos que hace 20 años, todo evoluciona.

Últimamente está muy fresco el tema sobre si la Agilidad ha muerto. Personalmente no creo que sea así, simplemente debe de evolucionar y nosotros junto con ella. Debemos ser capaces de demostrar su verdadero valor, y quizá los nombres puedan cambiar en el futuro, pero la esencia de la Agilidad o Agilismo probablemente permanezca y nos acompañe, quizá con otro nombre, quizá con un reboot. Todo, finalmente, es evolución.

Feliz cumpleaños #23 al Manifiesto Ágil 😁

Anexo:

Como nota final, el Manifiesto Ágil fue firmado por:
Kent Beck, Mike Beedle, Arie van Bennekum, Alistair Cockburn, Ward Cunningham, Martin Fowler, James Grenning, Jim Highsmith, Andrew Hunt, Ron Jeffries, Jon Kern, Brian Marick, Robert C. Martin, Steve Mellor, Ken Schwaber, Jeff Sutherland y Dave Thomas.

Puedes leer el Manifiesto Ágil en su sitio original aquí.

Créditos de imágenes


autor

Leonel Zapien
Apasionado de la Agilidad: Consultor & Facilitador.

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